Bienvenido a nuestra categoría dedicada a los viticultores. Ofrecemos una selección de productos de calidad para los viñedos: equipamiento fitosanitario, fertilizantes, semillas y material para los viñedos.
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La viticultura es la ciencia, la producción y el estudio de la uva. Trata del viñedo, la uva en sí y la producción de vino. La palabra "viticultura" viene del latín y significa vid, vitis. La viticultura es una rama de la horticultura que se ocupa del cultivo de plantas. Las vides suelen propagarse por esquejes o injertos, ya que no producen semillas viables.
El mejor momento para plantar una vid es la primavera o el otoño. Las vides deben podarse cada año para favorecer el crecimiento y la fructificación. Las uvas se recogen en otoño, cuando están maduras. Tras la vendimia, las uvas se convierten en vino. La elaboración del vino es un proceso complejo que incluye la fermentación, el envejecimiento y el embotellado.
El vino se cultiva en España desde hace siglos, y el país es hoy uno de los principales productores mundiales de esta bebida. Hay varias razones por las que España es un lugar ideal para el cultivo de la vid:
El fertilizante es un producto que aporta nutrientes (oligoelementos) esenciales para la viticultura. Son de origen mineral u orgánico. Los fertilizantes minerales están compuestos por una o varias de las tres principales familias de elementos: nitratos, fosfatos y potasa. Los fertilizantes orgánicos proceden de residuos agrícolas o animales: estiércol, purines, excrementos, etc. La fórmula N-P-K caracteriza cada tipo de fertilizante mineral indicando el porcentaje masivo de los tres elementos que contiene. Así, un fertilizante con una fórmula 10-10-10 contiene un 10% de nitrógeno (N), un 10% de fósforo (P2O5) y un 10% de potasio (K2O). El uso de fertilizantes es muy importante en viticultura, ya que permite satisfacer las necesidades nutricionales del viñedo y optimizar la producción de uva. En la viticultura ecológica se prefieren los abonos naturales para respetar el medio ambiente. Los principales abonos naturales utilizados en la viticultura ecológica son el compost, el estiércol, la pulpa de remolacha y el abono verde. La cal también se utiliza para ajustar el pH del suelo.
La cubierta herbácea consiste en plantar una planta de cobertura entre las hileras de vides para favorecer el desarrollo de un microclima beneficioso para las vides, limitar el crecimiento de malas hierbas y trabajar el suelo. Los cultivos de cobertura utilizados son alfalfa, trébol, esparceta, veza, altramuz y centeno cerealista. La elección de las especies vegetales depende del terreno, el clima y los objetivos perseguidos. El uso de cultivos de cobertura tiene muchas ventajas: limita el crecimiento de plantas indeseables, mejora la fertilidad del suelo fijando el nitrógeno mediante la nodulación y liberando materia orgánica tras la siega, y evita la erosión cubriendo y protegiendo la superficie del suelo con una alfombra viva. En terrenos en pendiente, también regula el flujo de agua y conserva la humedad en periodos secos. El césped se desbroza cada 4 a 6 años. El primer año se dedica a arar y ondular la tierra para incorporar al suelo los residuos de la cosecha del año anterior. El segundo año se deja en barbecho o se siembra con un cultivo de abono verde. A partir del tercer año, la siega repetida retrasa el crecimiento de las malas hierbas sin afectar al desarrollo de las vides.
El equipo de vinificación es esencial para producir vinos de calidad. Los vinicultores necesitan equiparse con depósitos, bombas, filtros y otras herramientas para convertir la uva en vino. Además del equipamiento básico, existe una serie de equipos opcionales que pueden ayudar a mejorar la calidad del vino. Los equipos de bodega, como prensas y barricas, pueden ayudar a extraer aromas y sabores de la uva, y los equipos de control de la temperatura pueden ayudar a mantener el vino a una temperatura ideal durante el proceso de fermentación. Los enólogos deben elegir su equipo en función de sus necesidades específicas, pero existe una gama de equipos que se adapta a todos los presupuestos.
Las uvas suelen recogerse a mano. Así se evita dañar las uvas, pero lleva mucho tiempo y es muy agotador. Afortunadamente, hay máquinas que pueden facilitar el proceso. Las más comunes son las despalilladoras, las desramadoras y las barrenadoras. Las despalilladoras eliminan las semillas de las uvas, mientras que las despalilladoras retiran la madera restante de los racimos. Los zarcillos se utilizan para recoger las uvas de las viñas, lo que resulta especialmente útil en los viñedos en terrazas o en pendiente. Además, hay cosechadoras especialmente diseñadas para personas con movilidad reducida o discapacitadas. Estas máquinas pueden mejorar enormemente la productividad del viñedo y reducir la fatiga de los recolectores.
