Boquillas pulverizadoras
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¿Qué es una boquilla y para qué sirve?
En la agricultura, las boquillas agrícolas son elementos clave para esparcir estiércol o productos fitosanitarios en forma líquida, pero también sirven para otros muchos usos como el lavado, sistemas de refrigeración, secado, etc.
Por ello, se emplean en la pulverización en los múltiples cultivos: viticultura, arboricultura y grandes cultivos.
Las boquillas forman y difunden gotas para esparcir el producto de manera homogénea en las superficies agrícolas. Por lo general, se incluyen en los sistemas de barras, formando parte del conjunto de elementos que constituyen una máquina agrícola llamada pulverizador, que transporta un tractor. De esta forma, el líquido contenido en el depósito de pulverización se conduce hasta las boquillas que, según sus características, lo dispersan en chorro cuya presión, volumen y forma dependerán de la regulación previa. Asimismo, existen diversos sistemas internos que permiten dividir el líquido para formar gotas: la fuerza centrífuga (la velocidad de rotación del disco que recibe el líquido y lo fracciona en gotas), la presión ejercida al líquido (que, al salir por la boquilla, encuentra una presión normal y forma gotas) o también la presión del aire (el aire en contacto interno con las boquillas se encuentra bajo presión y genera una división del líquido en gotas).
¿Qué tipos de boquillas existen?
Las dos boquillas principales utilizadas son las boquillas de abanico y las boquillas de inyección de aire:
Las boquillas de abanico: simplemente redirigen el líquido conducido gracias a su orificio, de tamaño variable. Tienen una proyección intensa y eficaz y se adaptan fácilmente a cualquier pulverizador. Sin embargo, son sensibles al viento y a la fuerte presión;
Las boquillas de inyección de aire: el aire se mezcla con el líquido y se lanza en las gotas para aumentar el volumen y permitir reducir la deriva en el proceso de pulverización. Existen en diversos formatos para responder a las exigencias medioambientales, climáticas y reglamentarias. Cada vez se utilizan con más frecuencia.
Estas boquillas pueden presentar características morfológicas específicas paras las diferentes aplicaciones: boquillas de chorro plano, boquillas de varios chorros (cuyos chorros van en direcciones diferentes), boquillas de conos (distribución desigual de gotas), etc.
También existen otros tipos de boquillas como las boquillas de baja presión, de pastillas de calibración, de efecto espejo, etc. Cada fabricante recomienda un tipo de boquilla en función de las características del terreno, las condiciones de pulverización y las necesidades del usuario.
¿Cómo elegir la boquilla?
Para elegir una boquilla, se deberán tener en cuenta diferentes criterios:
Las especificidades del terreno: relieves más o menos marcados, amplitud de la superficie que se desea pulverizar, respeto las bandas de seguridad mínimas, etc.
Las condiciones meteorológicas: higrometría ambiente, pluviometría, velocidad del viento.
La superficie a tratar: toda la parcela (pulverización completa) o una parte (pulverización en bandas)
Una boquilla se define por su relación caudal/presión. De hecho, su morfología genera gotas más o menos finas y más o menos intensas. Una norma ISO permite identificar a simple vista los diferentes caudales de las boquillas gracias a un código de color. Pueden contener pastillas de calibración y su eficacia dependerá de su desgaste relativo y de su resistencia, sobre todo, ante ácidos y materias corrosivas. Asimismo, las boquillas están fabricadas en diferentes materiales: cerámica, latón, acero, PVDF, etc. Para ayudarte a elegir las boquillas, puedes consultar el sistema BCPC de clasificación internacional de pulverización, que aporta el conjunto de los elementos que constituyen la calidad del chorro: tipo de boquilla, ángulo, caudal. También encontrarás los elementos de esta clasificación en la etiqueta de los artículos que adquieras.
¿Cuáles son las grandes marcas de boquillas?
Las marcas más comunes de boquillas para la aplicación agrícola son: Teejet, Albuz, Nozal, Lechler y Hardi. Estas empresas presentan tecnologías cada vez más eficaces para luchar contra la deriva y permiten una cobertura homogénea y eficaz en función de los cultivos y los objetivos que se quieren tratar: aplicación foliar, sistémico, radicular, etc.
¿Cómo cuidar las boquillas?
Los sedimentos e impurezas pueden acumularse a lo largo del tiempo en tus boquillas. Además, se recomienda limpiarlas regularmente con agua caliente y un cepillo. Evita soplar o introducir elementos en el interior de la boquilla. Se aconseja también cambiar las boquillas usadas una vez al año si queremos mantener una eficacia óptima de pulverización; de hecho, es común el riesgo de sobreaplicación debido a una deformación en las boquillas. Aunque no observemos ningún defecto externo en las boquillas, se deberá realizar siempre un calibrado del caudal antes del inicio de cada estación para verificar que los elementos cumplen las características técnicas anunciadas. Para ello, basta con llenar el depósito con agua, realizar una pulverización corta, recoger los volúmenes en una probeta y compararlos con los datos del proveedor.
¿Qué accesorios o piezas importantes existen para asegurar el buen funcionamiento de una boquilla?
La boquilla se monta en un portaboquillas, elemento que permite orientar el chorro, controlar la presión a la llegada del líquido a la boquilla, etc. Una boquilla puede estar constituida de elementos internos como filtros, juntas de estanqueidad, tuercas, rejillas, etc. Todos estos sistemas refuerzan la eficacia de la boquilla. Igualmente, debe verificarse regularmente el estado de las válvulas y los manómetros del pulverizador para un trabajo de pulverización correcto. Debe tenerse en cuenta que la pulverización a bajo volumen de líquido proyectado se está desarrollando cada vez más, ya que permite ahorrar en el suministro de insumos. Esta opción supone una adaptación de las técnicas de pulverización y una buena adecuación con la higrometría circundante. Los ajustes de tu pulverizador que se deberán refinar más que el tipo de boquilla escogida son: el aumento de la velocidad de avance y la reducción del chorro que sale de las boquillas (preferiblemente de calibre pequeño).