¿Por qué añadir azufre en la agricultura?
El azufre, al igual que el nitrógeno, es uno de los elementos que determinan el rendimiento. Los cultivos ricos en proteínas, como las leguminosas, necesitan mucho azufre. Las carencias pueden provocar el amarillamiento de las hojas debido a la deshidratación, una reducción del número de granos y/o espigas, o una mayor susceptibilidad a las enfermedades.
¿En cereales? Esta carencia provoca pérdidas en el número de espigas por metro cuadrado y en su fertilidad. Las pérdidas pueden variar de 10 q/Ha a 20 q/Ha para las carencias más importantes.
El Sulfonitrato:
Este sulfonitrato es un fertilizante mineral granulado que aporta nitrógeno y azufre a los cultivos. El nitrógeno está contenido en forma de amoníaco y nitrato.
Al igual que el nitrato de amonio, el sulfonitrato contiene nitrógeno nítrico de acción rápida y nitrógeno amoniacal de acción retardada. En forma de sulfato, el azufre está inmediatamente disponible para la planta. Durante cada fase de crecimiento, debe suministrarse en cantidad suficiente para permitir una utilización óptima del nitrógeno. Es la sinergia nitrógeno-azufre. La composición de este fertilizante es, por tanto, ideal, ya que la fórmula contiene ambos nutrientes en una proporción adaptada a las necesidades del cultivo.
El Sulfonitrato 26-0-0 +32SO3 es ideal para los cultivos que requieren azufre.
2 formas de nitrógeno:
7% de nitrógeno nítrico, rápidamente disponible para la planta (incluso en condiciones frías y húmedas)
19% de nitrógeno amoniacal, para actuar a largo plazo y tomar el relevo de la parte nítrica
¡Una respuesta ideal por su estudiado equilibrio nitrógeno-azufre!
El azufre se suministra en forma de sulfato, lo que permite que el azufre esté disponible al 100% para la planta. El azufre es necesario para el crecimiento de las plantas. Desempeña un papel fundamental en la síntesis y constitución de las proteínas. El azufre es un componente de muchas moléculas que controlan la tolerancia de las plantas al estrés medioambiental. Estimula la fotosíntesis (efecto reverdecimiento). La combinación de azufre y nitrógeno en cada gránulo aumenta la eficacia del nitrógeno de forma muy significativa. La dinámica de absorción es óptima. Las deficiencias de azufre son visibles en las hojas más jóvenes, debido a su escasa movilidad. Estos se vuelven amarillos.
Al final del invierno-principio de la primavera, cuando la vegetación vuelve a empezar, la mineralización del azufre por la materia orgánica del suelo puede ser insuficiente en comparación con las necesidades del cultivo. En esta época del año, los cultivos pueden ser deficientes si no se realiza ninguna aplicación.
Es preferible aplicar azufre al final del invierno. El objetivo es facilitar la síntesis de proteínas y de clorofila para los cultivos de otoño y primavera en el momento de la siembra.
